Tecnología y
Educación: Un primer acercamiento
En un primer acercamiento a la relación que debe existir
entre la educación y la tecnología, considero que estamos en el momento en que
hemos de apostarle a una reflexión educativa sobre el uso didáctico de la
tecnología desde la escuela. Dejar de lado dicha reflexión significa seguir exponiéndonos
a una pérdida de la relación humana y cercana entre maestros y estudiantes.
¿Cómo se da
la relación Educación y TIC en su contexto?
Considero que dicha relación se lleva a cabo de manera
reduccionista. Aunque hay salas de sistemas y salas interactivas para la
enseñanza ofimática y sistemas, solo queda en eso, en clases que no avanzan ni
generan el uso de aplicaciones virtuales que puedan ayudar al proceso de
aprendizaje. De ahí que las estudiantes perciban la clase como un instrumento
más, que no es más atractivo que lo que ellas pueden hacer en casa con sus
propios equipos. Aunque las estudiantes realizan actividades que tienen impacto
en la comunidad, como creación de videos para actos comunitarios y anuarios virtuales,
su trascendencia no es institucional.
Otro elemento reduccionista está ligado al uso que los
docentes hacen de las Tic. Aunque se cuenta con una sala múltiple y salón de
audiovisuales, dicho espacio se reduce a la proyección de videos o canciones
para llevar a cabo clases o actividades que pierden el sentido de la
herramienta como aspecto pedagógico y didáctico.
Sin embargo, aunque la falta de una reflexión pedagógica
sobre el uso didáctico de las Tic es un fenómeno generalizado, tenemos el caso
de un profesor de matemáticas que nos ha demostrado que si es posible
interactuar con las Tic desde cualquier área del conocimiento. Él viene
trabajando desde hace un año con las estudiantes a través de portafolios virtuales
que ellas van alimentando a partir de lo que ven en la clase. Podría decir que él
está haciendo blended e-learning (Aiello, ----) desde las matemáticas, y como
él creo que muchos otros docentes lo podrían hacer.
Aunque la institución cuenta con los recursos tecnológicos
suficientes, carecemos de políticas pedagógicas y didácticas para su uso, de
ahí que no sea suficiente con tener el espacio o la herramienta, es necesario
convertir todo eso en un ambiente de aprendizaje virtual para la enseñanza y el
compartir del saber.
¿De qué
manera los objetivos del curso le permitirían aproximarse a este contexto?
Desde
el curso pienso en la posibilidad de consolidar unos criterios pedagógicos que
ayuden a darle un uso didáctico a los espacios tecnológicos con los que cuenta
la institución donde laboro, con el propósito de convertir estos espacios en
ambientes de aprendizaje que no se limiten al espacio escolar sino que pueden
extenderse a otros espacios donde las estudiantes tengan acceso a la
tecnología.
Definir
las TIC como estrategia de aprendizaje dentro y fuera del espacio escolar sería
la posibilidad para que la escuela y el saber, la estudiante lo lleve a todas
partes y no lo reduzca simplemente al espacio del aula. Si las TIC nos conectan
con el mundo, entonces han de conectarnos con el saber y por medio de este con
el otro, con los otros.
¿Encuentran conexiones entre
sus reflexiones y algunas de las ideas presentadas en los recursos observados?
Para
muchos, hoy hay más de lo que nos habríamos podido imaginar en cuanto al avance
en ciencia y tecnología. Sin embargo, esto no nos ha hecho mejores personas ni
mejores humanos, por el contrario, existe la sensación de que cada vez las
personas están más solas y alejadas del otro pero más conectadas que nunca a la
red social de información que posibilita el internet. Aunque abundan los
aparatos electrónicos que buscan ser amigables con el usuario, cada vez se pone
más en riesgo la amigabilidad de las personas.
De
otra parte, está el uso desmedido de la tecnología como medio de comunicación
pero no de interacción con el saber y el aprendizaje. La tecnología debería
tener un uso pedagógico y didáctico y no solamente consumista. La escuela hoy
tendría que apostarle a una educación de la tecnología, donde el medio no sea
el fin ni la destrucción.
Si
la escuela ha despreciado el saber que humaniza y revindicado el interés
económico que la influyó, entonces debemos apostarle a una reivindicación de la
escuela como espacio del saber que hoy, gracias a la tecnología, tiene la
posibilidad de compartir un saber integral y contextualizado (Maf-Neef, ----)
que la conecta con el mundo y le desnuda ante sus ojos las diversas
alternativas para humanizar al estudiante y salvar el planeta.